Una de las consultas más habituales con un recién nacido suelen ser los temidos cólicos del lactante.
Se conoce como cólico del lactante episodios de llanto intenso y vigoroso al menos 3 horas al día, 3 días a la semana durante al menos 3 semanas en un bebé sano y bien alimentado. Suelen aparecer a partir de la tercera semana de vida y terminan cuando el bebé alcanza los 3 ó 4 meses de edad.
Es más frecuente durante el atardecer y suele durar más de dos horas. Se considera más frecuente en el primer hijo y en los hijos de fumadores y se observa menor incidencia en bebés que se alimentan de lactancia materna.
Las causas más comunes por las que un bebé puede tener cólicos son las siguientes:
– Inmadurez del sistema digestivo.
– Dificultad para expulsar los gases.
– Estreñimiento.
– Intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de leche de vaca.
– Excesiva estimulación del recién nacido.
– Condiciones estresantes en el ambiente.
A continuación os detallamos algunos de los consejos más exitosos:
– Si el bebé se alimenta de lactancia materna, es posible que el pediatra recomiende a la madre suprimir los productos lácteos como pueden ser queso, leche y yogurt de su alimentación. Además, es aconsejable a si otros alimentos como la cafeína o el chocolate pueden estar afectando al bebé.
– Si el bebé se alimenta de leche de formula, se puede probar con leches anti cólicos o hidrolizadas siempre previa consulta con el pediatra.
– Hay estudios recientes que demuestran que el masaje reduce los episodios de llanto en bebés.
– También es recomendable ponerle al bebé una bolsa de agua caliente envuelta en una manta en su abdomen
– Hacer uso del portabebés, en los países en las que los niños siempre van a cuestas de sus madres no se aprecia la presencia de cólicos del lactante.
– Mantén la calma y en caso de agotamiento pide ayuda a alguna familiar o amigo.